¿Cómo es
esta terapia?

Consiste en un diálogo espontáneo a base de preguntas (mayéutica) que favorecen el descubrimiento del fenómeno psicológico, alcanzando una comprensión de sí mismo más profunda y su plena expresión. El síntoma es cuidadosamente atendido permitiendo que emerja el pensamiento encerrado en él. Para esto, la terapia requiere ser “pacientes” con el síntoma, esto es, dispuestos anímicamente, valga el símil, como la mujer y la partera durante el parto a atravesar el dolor. La verdad del tema o el fondo inconsciente de la cuestión, que de momento ha conseguido expresarse solo como síntoma, emerge entonces lentamente tomando voz, cuando somos receptivos con un oído metafórico y psicológico a lo que el proceso del alma pide. En acompañamiento atento a lo que aparece, sin dirigir o intervenir, permanecemos fieles al proceso del alma, con los pies en el camino del fenómeno que toma su propia dirección.

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